El otro día fue con mis hijas al cine…
El cine no muere, lo estamos matando, como otras muchas cosas. Pero tampoco sé muy bien porque, si no nos ha hecho nada. Un día mi amigo Jorge, al preguntarle que no entendía muy bien la actitud de una buena moza conmigo, me respondió precisamente eso… Quizás se ha mosqueado contigo, “por que no le has hecho nada” tarde en pillar la historia y sin creerme Dicaprio, resulto ser verdad… se mosqueo conmigo por qué no la había hecho nada.
Con nuestro cine, creo que pasa algo parecido; no le hacemos nada y si nos fijamos en las películas con más éxito, veremos que estas no se miden por el número de espectadores o personas, sino por el número de millones de euros que ha recaudado.
No pensamos en quien acude habitualmente a las salas de cine, sino la capacidad de recaudación de la película. Inmersos ahora en el desarrollo de un Documental, nos surgen las mil dudas lógicas de planteamientos y enfoques.
Conscientes que las salas de cine desaparecerán como tales salas y que tendrán, como el agua, adaptarse a los huecos por los que meterse, veremos que los hogares no dispondrán del televisor al uso y serán cañones de proyección conectados al equipo de sonido, los que nos ofrecerán las películas de estreno. Estas películas de estreno, nos llegaran por internet y estarán pensadas para visualizarse en formato de teléfono móvil y formato de cañón de proyección. La pared de nuestra casa, será nuestra pantalla de cine. Y puestos hacer cine…supongo que con el tiempo podremos matar al malo, para como en un video juego poder cambiar el final y mi amigo Jorge pueda besar a la chica…
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