MORIR de DEPRESION.
Quizás uno de nuestros errores consiste en querer hacer personas que no quieren ser útiles, sino importantes, por eso las escala de valores por la que caminamos, nos hace vivir una vida encadenada, sin darnos cuenta que la llave de esa cadena la tenemos nosotros.
Un amigo está entrando en una depresión, otra amiga está saliendo de ella, mientras la novia de otro está en plena depresión. He leído que en menos de cinco años la OMD, Organización Mundial de la Salud vaticina que la mayoría de las personas morirá por enfermedades neurológicas y en concreto, depresiones. Sin alarmarme, por ver el ritmo de esta vida en la que habito, me subyaga lo más próximo y lo que yo puedo hacer para evitarlo. Devoro y aprendo conceptos como si fuera a vivir eternamente y vivo como si me fuera a morir mañana mismo, para ser consciente de lo que me pasa cada minuto. Pero un minuto, tiene sesenta segundos que caminan a distinto ritmo según la ocasión y el estado de ánimo.
Si tu estas Bien yo estoy Bien, porque B + B = B, no puedo estar bien si quienes me rodean no lo están. ¿Y qué puedo hacer yo para evitarlo?
Mantengo la calma y la paciencia, evito saltarme ese semáforo en rojo ante la ausencia de coches y con la PAZ y la CIENCIA, mantengo ese equilibrio que nos siempre soy capaz de mantener. Y cual marinero en velero pongo rumbo a las cosas con las que disfruto, sabiendo que no hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige. Mi rumbo es claro, disfrutar de las cosas que hago, pero como no estoy solo a mis acompañantes de viaje, mis amigos y allegados, les digo que la vida sólo puede ser comprendida hacia atrás, pero únicamente puede ser vivida hacia delante y pongo la mirada al frente afirmando que la vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una realidad que debe ser experimentada y vivida.
¿Me estoy poniendo demasiado profundo? No lo creo…pero lo que sí creo, es en lo que creo de crear, es decir, en lo que cado uno de nosotros somos capaces de construir. Siempre es más fácil desmontar la radio para ver cómo es por dentro y luego no sobran piezas al montarla. Para salir del túnel, para empezar un gran proyecto, hace falta valentía, para terminarlo, hace falta perseverancia y no todos estamos dispuestos a combinar este coctel que no emborracha, pero si alegra.
He pasado por la depresión y me sirvió para saber que cuando estés en la cima, tus amigos sabrán quién eres. Cuando estuve abajo... supe quienes eran ellos.
Me voy dejando que mis sueños sean más grandes que mis miedos y mis acciones sean más fuertes que mis palabras.
jabier@lavisita
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viernes, diciembre 23, 2011
La Depresión por JabierCalle
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