¿Para qué
sirve el amor?
Por qué hablar
de amor, si parece que ya no se lleva… las canciones que ya no escucho por la
radio, entran en mis oídos por el diminuto auricular del teléfono que juega a
caerse. Ajusto de nuevo y bajo el paso, en este cruce que me confunde. No hay
ningún cartel que me oriente y tengo prisa por llegar, aunque se, que no
llegare a la persona indicada, si no dejo a la persona equivocada. No me
arrepiento de nada, solamente que hay cosas que no volvería hacer. Se me vuelve
a caer el auricular derecho cuando la canción entraba en una melodía suave que
aminoraba mi paso.
Voy por la
avenida, llena de hojas que con el frio, me recuerdan que seguimos en invierno,
pero como decía mi abuelo, siempre, siempre, siempre, después de un duro
invierno, siempre llega la primavera. Y aunque falta todavía mucho, no
entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos.
Las hojas secas en el suelo, suenan al pisar con mis deportivas. El chasquido, ha
roto y mientras la música llega a una pausa hasta la siguiente canción que hará
de sordina en los oídos que conectan con mi pensamiento, prefiero que me hiera
la cruda realidad a que me envenene la mentira piadosa. Escupo al suelo, como
si con la saliva se fuera el veneno de este pensamiento que Radio Futura me
taladra con los auriculares y es que estas hecha de plástico fino, dicen que
tienes un aire divino, pero ahora prefiero en mi plato la cruda realidad. Además,
solo se vive una vez, y no quiero desperdiciar mi tiempo estando triste. El
amor no son palabras bonitas, sino hechos que te lo demuestren, por eso ahora
solo prometo lo que puedo cumplir y no soñar, para más tarde cumplir con más de
lo que prometí.
Promesas y políticos, van muchas veces juntas
y no sé si los políticos, se enamoran, acabo de cruzarme con uno y bien es
cierto que parecía que el corazón se le salía del pecho. Y tres pasos mas allá,
veo unos enormes pechos que distraen mi atención y encontrar de lo que pueda
parecer no son de mujer. Se mueven sinuosos y desafiantes con la poca discreción
de quien quiere ser descubiertos. Y otros tres pasos mas allá, reflexiono sobre
lo fácil que nos resulta salir de las profundidades del pensamiento con dos
tetas, aunque sean falsas. Con el amor, sucede lo mismo…Muchas
superficialidades nos puede distraer siendo falsas, y aunque quizás por unos
momentos nos distraigan, solo son un “necesario atajo” que no lleva a ningún lado.
Por eso lucha por lo que quieres, recuerda que las cosas autenticas no son
gratuitas.
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