lunes, junio 18, 2012

Una ducha en día de lluvia.

Esta es la ducha de mi casa y cada mañana según me levanto, disfruto del delicioso masaje que cada una de las gotas que escapan del grifo.
Hay dos tipos de ducha, esa de la que eres consciente en cada una de las gotas y la otra que aunque no me gusta también practico… esa que nos damos a todo correr por que el tiempo apura, perdiendo la esencia y el encanto del agua sobre nuestro cuerpo.
Me gusta ser consciente en cada momento de lo que hago, disfrutar el mientras.
Con la comida ocurre lo mismo…hay dos manera de comer; una paladeando cada bocado y saboreando de tal manera que podamos descubrir los ingredientes que el condumio lleva o la vertiginosa y fugaz de devorar, ingerir sin ser consciente de lo que llevamos a la boca.
Con la vida, con el día a día, ocurre lo mismo y siendo un tipo nervioso que precisa de la acción, he aprendido y sigo aprendiendo en cada momento, que nos perdemos muchos momentos de autentico disfrute por la velocidad en la que los desarrollamos.
Por eso en días como hoy que la lluvia cae por los ventanales, me acuerdo de la ducha de esta mañana y sus gotas.
Buenos Días
Jabier@lavisita.com
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