lunes, enero 16, 2012

Desde LIENDO hasta SAN MIGUEL de MERUELO por el CAMINO DE SANTIAGO

CAMINANTA con Jorge, Paulino y Jon Desde Liendo hasta San Miguel.
Habíamos dejado la etapa en Liendo hace unas semanas y desde allí precisamente queríamos empezar. Es como dejar todo bien cerrado, que no quede ni un hilo colgando; Paulino Eguia, Jon Fano, Jorge Ibarrola y un servidor, pertrechados con todo lo necesario para iniciar la ruta nos dispusimos primero con dos coches de la siguiente manera…
Primero fuimos hasta San Miguel de Meruelo donde dejamos el coche de Jorge y montamos en el mío para retroceder hasta Liendo, donde le dejamos aparcado. Para este menester es bueno hacerlo en lugares muy transitados y donde sabemos que circulara gente para evitar así robos. Las céntricas plazas de los pueblos, gasolineras o junto a la iglesia, son los sitios más adecuados.
Con tanto trajín se nos hizo un poco más tarde de los previsto y sobre las diez comenzamos desde Liendo a caminar. Gran parte del camino es sobre asfalto y eso no me gusta demasiado.
No sabría muy bien explicar la sensación que experimento cuando camino, pero cada día que lo hago disfruto mas. La compañía, siempre es sin duda uno de los alicientes y esta vez volvía Jorge acompañarnos. Jorge es una de las personas con las que puedes ir a cualquier lugar del mundo. Tiene una capacidad de adaptación que por años que pasen, siempre me sigue sorprendiendo. Jorge es sin duda una de las mejores personas que conozco, tiene un carácter estupendo, siempre se anima con todo lo que le eches. Desde luego la presencia de Jorge en estos pasos, siempre es garantía de varias sonrisas, y  otras tantas curiosidades.
Una pequeña subida y como siempre los mismos tipos de animales en el camino; Burros, Ovejas, Gallinas, esta vez algún conejo y caballos del centro de hípico que hay en la zona.
El frio con sol, es una mezcla que agradezco, por el regustin de contrastes que ofrece al igual que el paisaje. Lo mismo vemos un carro llego de mierda como una balconada llena de buganvillas  de gran plasticidad. Los mismos contrastes que Jon nos cuenta en su conversación sobre la Nochevieja pasada. Celebraron en un Txoko y gentes de todas las nacionalidades dieron las campanadas a todas las horas de todos los países. Con Jon también es bastante difícil aburrirse, porque hace ameno cualquier tema por  tedioso que parezca.
Ahora se estira a por unos limones que se los come con cascara y todo. Me gusta Jon por lo diferente, lo distinto y autentico que es…cada día he aprendido a quererle más.
Las imágenes y estampas que plasmo con la cámara son curiosas, pero muchas veces recrean escenarios que ya hemos pateado. La llegada al picadero con sus caballos,  nos hace ir un  poco más al trote y así hablando de caballos, llegamos hasta el hostal El Carro muy conocido en Laredo.
El camino de Santiago, es una ruta fácil y como más de una vez he dicho, carece de lógica; es decir nunca es la línea recta la distancia más corta entre dos puntos. Por eso cuando llegamos a Laredo y nos hace rodear en su entrada, nadie protesta ni sugiere atajar por lo ya conocido, sino que expectante sigue la flecha amarrilla para ver cómo nos sorprende.
Y efectivamente lo hace, descubre una parte de Laredo que desconocía, y eso que pase unos muy gratos años trabajando como locutor en la emisora Antena de Cantabria dirigida por Ernesto Pagola.  Afortunadamente guardo buenos recuerdos de casi todos los sitios por los que he pasado y el caminar por aquí, ahora, me devuelve a la radio fórmula más juvenil y dinámica que se llevaba por aquellos magníficos ochenta. Muchas noches de chufla donde los locutores estamos admirados y reconocidos por las calles, no solo de Laredo, sino de Castro, Santonña, Colindres y un buen sin fin de localidades que escuchaban nuestros discursos.
Callejeamos un poco por Laredo y hasta la playa por su paseo marítimo llegamos hasta El Puntal donde una barca debía pasarnos hasta la otra orilla, pero parece ser que solo funciona en verano y nos vemos obligados a dar marcha atrás.
Teníamos en esta etapa un lugar de llegada donde habíamos dejado el coche de Jorge y aprovechando que un autobús de línea pasaba por el lugar, le abordamos, preguntamos y montamos rumbo de nuevo a Laredo.
Como digo Laredo me trae un monto de buenos recuerdos, donde cada esquina  ha sido testigo de algún pasaje de mi historia.  El camino es así de impredecible y es así….si no tendría incidencias, sería demasiado previsible y a la vida siempre le pido que me sorprenda….aunque sea dando un rodeo.
Decidimos acortar la distancia cogiendo el autobús que une Laredo con Noja y allí seguir la caminata. La pausa del autobús nos ha dejado un poco adormilados y nos cuesta coger el ritmo. Por costarnos nos cuesta hasta encontrar la flecha. Paulino se mosquea un poco y la falta de paciencia le hace refunfuñar un rato, porque al segundo después ya esta soltando la gracieta de turno con el silbato que siempre lleva en su mochila. Paulino tiene la habilidad de saber escuchar y así es fácil que quienes nos gusta expresarnos podamos ser verborreicos.
Muchas veces en estas caminatas lo de menos es el recorrido que esta vez no nos ha gustado demasiado. Mucho asfalto y poco camino, pero apreciamos  lo que tenemos antes de que el tiempo nos enseñe a apreciar lo que tuvimos...
jabier@lavisita.com Puedes seguirme en Facebook y twitter @jabiercalle

























































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