Pelicula LA MAQUINA DE PINTAR nubes de Aitor Mazo y Patxo Telleria

Pelicula LA MAQUINA DE PINTAR nubes de Aitor Mazo y Patxo Telleria, a photo by LaVisitaComunicacion on Flickr.

Aitor Mazo me llamo la atención un día por que no había ido a ver su
película. No sé qué peregrina excusa le puse, pero me dijo?.seguro que
ya has vistooooo? y tampoco me acuerdo que titulo menciono. Había
dirigido una película grabada en Bilbao, durante el caluroso varano
donde el botxo parecía Hollywood? también lo hacían Borja Cobeaga con
su Pagafantas y creo recordar que Bona Petit, de David Pinillos.
Aitor le conozco hace muchos años cuando yo quería ser locutor y él
actor desde Santutxu. Está claro que él ha conseguido ser más que
actor y no se me borra de la cabeza, la luz negra y los cuernos de ese
?Torito? que protagonizaron juntos en el teatro?muy buena la función.
El caso es que ayer cuando en la programación de la tele vi que
ofrecían, La Maquina de Pintar Nubes que junto con Patxo Telleria
había dirigido antes de que comenzara ?esta crisis? Y me senté con
todas las ganas del mundo ante mi enorme tele.
Daba la casualidad que el día anterior nos habíamos cruzado con Aitor
Mazo en los cines Golem de la Alhóndiga y apenas diciéndonos adiós,
nos saludamos.
El ver espacios reconocibles y jugara al juago de adivinar escenarios
cotidianamente transitados es ya una baza a favor, pero lo más grande
de esta película que me emociono e hizo llorar en las escenas finales,
es la esencia que desprende en cada uno de sus planos. El cariño con
el que esta echa sin traspasar a la pantalla las tensiones lógicas de
un rodaje.
El guion con sus magníficos diálogos, es divertido y tierno con
caricias que acolchadas por la banda sonora te acompañan en un paseo
con una fotografía bien escogida, con unos escenarios bien iluminados.
De fondo y subliminalmente el Eusko Gudari te rememora la época
rebelde y contestataria. Si tendría que poner algún pero, lo haría
con el maquillaje que por momentos en exceso, acartona el rostro de
Aitor Mazo que esta inmenso, salvo en uno de los planos finales donde
ese lloro, no es muy convincente.
Está bien hilvanada con todos los puntos muy pensados. Es una película
redonda por su circularidad que engalanada con ese attrezzo que tantos
recuerdos me trae. Acabas regresando a la nostalgia y el pasado sin
perder la situación del momento.
Me gusto mucho y me maldigo cien veces por no haber ido al cine y
disfrutar en gran pantalla una gran película que creo que ha pasado
muy desapercibida.
jabier@lavisita.com
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