La Mafia otro Italiano en Bilbao.

La Mafia otro Italiano en Bilbao., a photo by LaVisitaComunicacion on Flickr.

Me encanta la pasta y la comida italiana en general, y aunque uno de mis preferidos en Bilbao es el Passerella, mi curiosidad me lleva a todo lo que se menea.
La Mafia es uno de los innumerables italianos que han abierto en el Botxo y este, a diferencia de los demás, es su grandeza...es inmenso. Casi cuatrocientos cincuenta metros con una altura que descongestiona la masiva afluencia, pero que revota el sonido, generando una acústica incomoda.
Pude apreciar un pequeño comedor en una de sus partes superiores y pese anunciarlo no vi la zona infantil, que sospecho sera esta que menciono.
Abren todos los días y con una carta basada en pastas y pizzas, también tiene hueco para las carnes y algunos entrantes, si bien... las raciones son tan generosas y esplendidas que bien podéis pedir para uno, por que coméis dos.
Digo esto, por que había muchas parejas, alguna cuadrilla, cuya media de edad hacían que mis cuarenta y seis años me hicieran sentir el padre de muchos de los comensales.
Su lema, con la todo lo peliculero del nombre....La Mafia, es eso...la familia unida en la mesa y si no vimos muchas, sospecho que fue por ser un viernes noche.

El personal se le nota formas y ganas, pero nervioso y agitando. No dejan de corretear por el local y con sus subes y bajas, idas y venidas, no ayudan a crear un ambiente tranquilo. Eso si, es un servicio eficaz, rápido, amable, considerado y pese a su juventud, formado. Cuando sugieres que te sugieran...sugieren y lo hacen bien, como en mi caso que me mostré a total disposición de la chica, que uniformada con pantalón negro, camisa blanca y tirantes, me recomendó unos Taglatiele con salsa Mandorle, que estaba compuesta por almendra, pollo, nata y mantequilla. De sabor agradable y contrastando lo duro-blando de las almendras tostadas con la pasta, me supo, riquísimo Deje casi la mitad y tengo buen saque. Mi acompañante.... dejo mas y comió otro tanto, por lo que amablemente la camarera nos empaqueto en una bolsa con logotipo y tupper lo sobrante. Todo un detalle.
Quizas un pelin, pero solo un pelin por encima de mercado el precio, ya que apenas un entrante, dos platos de pasta y una botella de vino de la casa, sin postre llego a los cincuenta euros.
Pero recreándome en lo bueno, diré que me sorprendió gratamente, por que estaba a tope, no teníamos reserva, nos atendieron enseguida y trasmitieron las ganas de dar servicio y agradar. La comida estaba rica y el lugar no esta mal...¿Que mas podemos pedir?
@jabiercalle
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