El cine Modelo de Zarautz es un edificio construido en 1948, mezcla clasicismo y racionalismo y es obra de Félix Llanos Goiburu. Pero no fue precisamente su componente arquitectonico, ni la playa, sino RIO en la cartelera de cine infantil la que nos llevo hasta la Villa mas turística de Guipúzcoa.
La sesión comenzaba a las cinco y la cola comenzó a las cuatro y cuarto. El cine estaba con buena ocupación y cuando las luces se apagaron, la chavalería encendieron sus bolsas de todo tipo de ruidos y chuches, eso si el volumen de la película, permitía que la convivencia entre ruidos y sonidos fuera amigable.
La historia y sinopsis son muy sencillas, pero quizás sea lo que hace que una película de animación enganche a un publico adulto, que muchas veces, se siente obligado a acudir al cine con el fin de acompañar a sus congéneres. No fue mi caso, por que aunque a los veinte minutos la trama flojeo un poco, enseguida cogió ritmo y la buena traza de las acciones, permiten disfrutar y ver como disfrutan la criaturas con sus onomatopeyas ante lo visto en la gran pantalla.
La grandeza del cine, es esa… de algo sencillo convertirlo en grandioso y no solo por la dimensión del cine que en caso como el Cine Modelo de Zarautz se convierte en un 12x5 metros.
Acabamos enamorándonos de Blu, el guacamayo azul que no sabe volar, pero bailamos con el gran desfile de carnaval que tan "animado" y bien construido nos ofrecen en animación. La peli, tiene momentos mágicos, que nos hacen emocionarnos y ser un poco mas niños. La peli, tiene color y música que aun no estando acertada en todos los momentos, consigue crear esa sensación de trasladarte y evadirte, olvidando que estas en un cine, y que bien pudiéramos extender los brazos y volar….pues ala…aleteemos nuestros brazos y volemos.
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